La leche de vaca cuenta con aminoácidos como la isoleucina que regula los niveles de energía y de glucosa en sangre.
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La necesidad de reducir niveles de azúcar y grasa en los alimentos ha disminuido ventas en gran parte del sector alimenticio, llegando a afectar hasta la leche de vaca, un lácteo que forma parte de la dieta humana desde hace unos 10.000 años, según expertos.
De acuerdo a la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente (AGSO) el consumo recomendable de leche de vaca es de 160 litros al año, cuando en Ecuador se ingiere de 90 a 100 litros.
Este es un factor que no solo afecta la economía del país ya que “representa cerca de 1’5 millones de ecuatorianos”, palabras de Juan Pablo Grijalva, gerente general de la Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente. Sino que también afecta al cuerpo humano que pudiese recibir más proteína animal a través de su consumo.
Si bien es cierto, muchas personas están limitadas a beber leche de vaca pues padecen de intolerancia a la lactosa, pero por eso existen alternativas como la leche deslactosada que igual brinda 135mg de calcio y 3,9g de proteína, mayor a las que ofrecen la leche de soya, cabra, almendra, avena, arroz y coco.
Algunas personas prefieren no beberla porque cuestionan su origen. Pero Juan Pablo Grijalva, presidente de la AGSO asegura que “el 99% de la leche que se consume en Ecuador proviene de vacas alimentadas con pasto. Esto le da una característica muy natural”.
También añade que en el país no existe la estabulación, es decir no tienen a las vacas en establos y sin movimiento.
Además de contener las vitaminas, proteínas, grasas y minerales necesarios, la leche de vaca también cuenta con aminoácidos como la isoleucina que regula los niveles de energía y de glucosa en sangre, la leucina y la valina que mantiene un equilibrio adecuado de nitrógeno en los adultos, según el portal web Cuídate Plus.
Muchos ecuatorianos siguen incluyendo este lácteo alto en hierro en los desayunos de sus hijos debido a los beneficios que impulsan su crecimiento. Sin embargo, la leche de vaca es consumible y recomendable para todas las edades.